En esta
oportunidad, me animo a compartirles un artículo especial, a propósito de estar
celebrando mi 15 aniversario de casada. Lerso y yo luego de 6 años de novios, y
a pesar de ser bien jóvenes, 23 años ambos, decidimos unirnos en matrimonio
para toda la vida, muchos nos cuestionaron, por lo jóvenes que éramos y porque
lo hariamos por la iglesia, sin embargo, dimos el paso y lo hicimos muy seguros
de lo que estábamos haciendo.
En los últimos dos
o tres años, veníamos conversando sobre cómo nos gustaría celebrar ese hito tan
importante en nuestras vidas, cumplir 15 años de casados con tanta satisfacción
de la relación que hemos logrado madurar.
Sin ánimo de
vanagloriarnos, nos sentimos tan regocijados y agradecidos de Dios, por lo que Él
ha permitido en nuestras vidas, en todo el sentido de la palabra, que la celebración
del pasado jueves 1 de Diciembre, fue verdaderamente significativa y emotiva
para nosotros.
A parte de
celebrar y dar gracias a Dios, nos sentimos responsables de llevar esperanza al
mundo, de que si es posible un matrimonio unido y armonioso para toda la vida,
y que nosotros no lo hemos logrado porque somos especiales, sino porque nos lo
hemos propuesto desde el primer día de casados.
Hemos vivido
nuestro matrimonio, como nuestro principal valor, lo hemos respetado y cuidado,
como un gran tesoro que el Señor puso en nuestras manos, y ha sido así, como
hay límites que no hemos cruzado, como el de insultarnos, faltarnos el respeto,
entre otros, por temor a causar heridas difíciles de reparar.
Conquistarnos día
a día, con caricias y palabras, nos ha permitido estar hoy mucho más enamorados
que cuando nos hicimos novios. Compartir nuestros sueños y anhelos y luchar
juntos por alcanzarlos nos ha hecho verdaderos cómplices.
Alinear nuestras
costumbres para la crianza que queremos dar a nuestros hijos, hoy día con 11, 9
y 7 años, ha sido motivo de mucha madurez como seres humanos.
Apoyarnos el uno
al otro en nuestras carreras y retos profesionales, nos ha dado esperanza, seguridad,
confianza, admiración.
Rodearnos de otros
matrimonios con la misma convicción y con mucho mas año de casados que nosotros,
nos ha contagiado y motivado y definitivamente que poner a Dios como centro de
nuestras vidas ha sido la clave principal.
Muchos han sido
los acontecimientos que hemos vivido en estos 15 años de matrimonio, tanto
hermosos, como tristes, emocionantes como difíciles, pero todos nos han
fortalecido, han permitido que crezca nuestra unidad y que los comportamientos
de nuestros hijos sean el reflejo de un hogar unido, amoroso y armonioso.
Muy agradecida de
Dios y deseando bendiciones abundantes para todos los matrimonios y las
familias…..
Isabel Hidalgo
Isabel muchas felicidades para ti y tu goldo(jejeje) que El Señor continúe bendiciendo su matrimonio y que su familia sea el reflejo de la maravillas que El permite en sus vidas... camino a bodas de ORO :*
ResponderBorrarAmen!! muchas gracia!
ResponderBorrar