Escucho a muchos padres decir que los niños son unos manipuladores, que les
gusta llamar la atención, en fin, hablan, como si fueran unos tiranos malvados,
sin embargo, alguna vez nos hemos preguntado: ¿Realmente saben los niños lo que es manipular? ¿porque quieren los niños llamar la
atención?
Es completamente normal que los niños en su
proceso de aprendizaje y desarrollo intenten hacer cosas que no deben, por
impulsos, por ignorancia; los adultos estamos llamados a explicarles claramente
porque no se puede y ser firmes cuando le decimos que no se puede.
Es muy posible que a pesar de explicarles por
qué no, los niños intenten convencernos de dejarles hacer lo que ellos desean,
a esto es lo que llaman “manipular”, a todos los mecanismos que buscan para
hacernos ceder. Si miramos las “manipulaciones” de los niños, como las
oportunidades que tenemos los padres de explicarles a nuestros hijos y
ayudarlos a crear conciencia, podemos sacar mucho provecho de estas situaciones
para el aprendizaje de ellos.
Por otro lado, cuando un niño llama la atención de los adultos es porque
nos necesitan. Me da mucha impotencia, cuando veo los adultos conversando y de
pronto un niño lo llama o le habla y siguen conversando, como si no fuera con
ellos, para después incomodarse con el niño que hizo algo indebido, claro, si
no le prestaste atención cuando te llamo, ahora no te quejes.
Si en vez de juzgar a los niños les prestáramos atención, antes de que
ellos tengan que pedírnosla, sin lugar a dudas tuviéramos niños más felices y
con menos problemas de comportamiento.
¿Qué hay de malo que nuestros hijos quieran nuestra atención?, muchas veces
lo que quieren simplemente es jugar con papá y mamá, es muy posible que un
abrazo, un beso, un te amo, eres importante para mí, les calme la necesidad y
falta que tienen de papá y mamá.
Cuando los padres nos dedicamos a criar, cuando atendemos proactivamente a
nuestros hijos, cuando los respetamos prestándoles la debida atención, en los
momentos en que ellos nos necesitan, tendremos hijos más fáciles de manejar,
mas consientes y mejor comportados.
Puedo ponerles de ejemplo que cada vez que voy a la juguetería, veo algún
niño haciendo rabietas porque no le compraron algún juguete que quería, sin
embargo, ninguno de mis tres hijos, me ha hecho un episodio como ese, porque
antes de salir para la tienda, les explico, vamos a comprar un regalo para
fulanito, no voy a comprar nada para ustedes en esta ocasión, quiero llevarlos
y que me acompañen, pero el que no pueda ir bajo esta condición, me lo dice y
se queda en la casa, esto lo hacía siempre, ya no, porque están acostumbrados y
lo que hacen es mirar los juegues y preguntarme si un día podemos venir a
comprarlo o que pueden hacer para ganárselo o si pueden ahorrar dinero para
ellos mismos pagarlo.
En conclusión, los niños no manipulan, intentan convencernos, lo que
debemos hacer los padres es, aprovechar estos momentos como oportunidades para su aprendizaje y
para ayudarles a crear conciencia, y prestarles atención antes de que ellos
tengan que pedírnosla.
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