Uno de los grandes retos para las parejas de hoy es el tiempo que nos absorben
los teléfonos inteligentes. Si bien es cierto que con un teléfono podemos
resolver tantas diligencias rápidamente, no menos cierto es que pasamos mucho
tiempo conectados a este aparato, y si nos dejamos llevar, nos desconectamos de
la realidad.
Irónicamente los teléfonos móviles, se han convertido en una barrera para
la comunicación en el matrimonio. Nos hemos hecho tan dependientes de este
aparato que, desde los temas más triviales, hasta los más complejos muchas veces
¨los conversamos¨ por mensajería con nuestra pareja, perdiendo de esta manera las
dimensiones de la comunicación, por lo que no es posible conocer los
sentimientos reales de nuestra pareja, captar el mensaje completo, y así mismo
cualquier mensaje puede ser mal interpretado.
Por otro lado, en ocasiones sucede que, el mismo hecho de ver al otro
concentrado con el teléfono, hace que la pareja no se acerque para conversar, sobre
todo cuando son temas difíciles.
La tecnología está acaparando todo nuestro tiempo, sin darnos cuenta, me da
mucha pena, llegar a los restaurantes y ver como hay parejas que desde que llegan
hasta que se van, han estado más pendientes del celular que de la persona que
tienen en frente, están más conectados con el que no está, que con el que está
presente.
Ante esta realidad, nos corresponde hacer conciencia sobre el tiempo que
hoy día dedicamos a estar conectados, dejando a un lado nuestro tiempo de pareja,
de poder compartir y conversar, de poder desahogarnos y contarnos como estuvo
nuestro día, el tiempo de verte desconectado, sabiéndote accesible para lo que
yo necesite, el tiempo en que estas y estas presente.
Isabel Hidalgo
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