lunes, 5 de septiembre de 2016

QUIERO UN MATRIMONIO FELIZ...


Es el deseo de todo el que se casa o se quiere casar, pero lograrlo no es tan fácil, pues el matrimonio es una de las relaciones más delicadas y sensibles. La unión y convivencia de dos personas, con educación, temperamentos y costumbre diferentes es compleja, requiere una búsqueda constante de equilibrio y de llegar acuerdos en los cuales tanto el esposo como la esposa se sientan cómodos.

Muchas personas se casan pensando que a partir de ese momento serán felices, sin embargo, muchas no han aprendido a ser felices por si solos. Es muy difícil que una persona que no sea feliz por ella misma, pueda conseguirlo en el matrimonio, por lo que éste, nunca llenará sus expectativas, además, la felicidad no debe ser la vara para medir nuestro matrimonio, pues hay muchas situaciones fuera de nuestro control que afectan la felicidad. Más bien la unidad, debe ser el termómetro para saber qué tan sana esta nuestra relación.

Por otro lado, debemos estar conscientes de que es muy normal que dos personas que comparten su vida bajo un mismo techo tengan diferencias, porque cada ser humano es diferente, piensa, se comporta y actúa de manera diferente y cuando esas diferencias, no convergen, es normal que surjan conflictos, y que se tenga que conversar para expresar como nos sentimos y cómo podemos llegar a un acuerdo.

Es una realidad que con el matrimonio la vida cambia, no es lo mismo ser soltero, que casado; con el matrimonio asumimos un compromiso el uno con el otro, por lo que cada decisión debe ser consultada con la pareja, y muchos hábitos que teníamos deben ser cambiados.

Lograr un matrimonio sólido, estable y amoroso, es una de las grandes satisfacciones que un ser humano puede tener, y eso se consigue con la disposición de ambos a trabajar en la relación. El matrimonio es un proyecto hermosísimo de aceptación, compartir, dialogo, y amor. Lograr la unidad en el matrimonio debe ser nuestra meta como pareja, lo cual implica que tomemos la decisión de amar constantemente.
Isabel Hidalgo

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